jueves, 30 de octubre de 2008

Los pícaros de LA NACIÓN

Para leer LA NACIÓN
Y los MEDIOS, esos partidos de derecha

Lo bueno de los debates como el ocurrido en Necochea sobre los MEDIOS y FINES en la democracia hace pocos días es el cruce de perspectivas y zafar del pensamiento único hegemónico. Y aprender cosas nuevas; entre estas çómo leer e interpretar a los MEDIOS que, en su mayoría [los líderes] forman el nuevo partido de la derecha.

Los aportes de H.Sosa (UTPBA) y F.Berdichevsky (Carta Abierta) fueron muy interesantes como nudos conceptuales generales pero también para decodificar el engaño de los medios y de la cantinela de la derecha cotidiana y que tanto alertaba Gramsci como cultura hegemónica. Ocurre que esta tarea de deconstrucción y construcción para que la realidad se parezca a la verdad y no a la mentira es una labor que nos compromete a los intelectuales también. Puede ser psicoeducativa esta labor, y a la vez valiente.

Los MEDIOS… ese sujeto del poder económico

Quizás sea de buena práctica leer los diarios de la derecha [el sujeto del poder económico] con un ánimo crítico, reflexivo, y analizar nuestra realidad social y política también desde allí. Esos medios, como La Nación, capitanes del establishment, parecen ser los grandes conductores del rebaño globalizado. Sus narrativas pasan a ser relatos cotidianos y muletillas en nuestra querida clase media.
Los que nos declaramos comprometidos con un pensamiento emancipatorio, progresista, hacia la izquierda, tendremos que perfeccionar nuestro análisis y nuestro discurso ya que la tecnología y el poder económico de quienes manipulan nuestras mentes a través de pantallas, gráficas y radios es enorme. Pero, como ha ocurrido en la historia, nuestra creatividad, y el contar con la realidad real, nos facilitará nuestro trabajo.

Maestros en el oficio de crear opinión y pensamiento

Hay que decir que en La Nación hay maestros. Sí, maestros en esto de construir ficciones y realidades para sus propios intereses y a favor del capitalismo salvaje.
Y se aprende de ellos.
Algunas de las técnicas citadas por Francisco Berdichevsky que usan estos medios de la derecha para formar opinión opositora a cualquier sesgo popular o liberador son maravillosamente ejecutadas y perfeccionadas por La Nación, así como en la radio por Continental o en la tele por TN y otros medios en manos de los oligopolios globalizados, claro.

Algo así como las antípodas de las radios y periódicos Comunitarios

Titulares

Leamos por ejemplo La Nación de estos últimos días y atendamos a los titulares de primera página, tan penetrantes en el psiquismo consciente e inconsciente. Los titulares tienen un efecto de impronta en la mirada ávida de quien busca lo importante del día a día, ya sea en un café o en un sillón, en la calle, en el kiosco o en la mirada de reojo en el subte, en el espacio público donde se va formando esa fantasmática colectiva intersubjetiva. La saliencia cognitiva (la idea) y emocional (el sentimiento dominante de esa representación) que transmiten y expanden los titulares de la primera página abren y cierran en segundos una imagen de la actualidad; leamos por ejemplo: “Los rumores hicieron caer la bolsa y subir el dólar”

Parcialización de la realidad

En pocas palabras el diario La Nación nos está transmitiendo ya un juicio certero [en realidad una opinión del sujeto del poder económico que representa] acerca de los rumores en nuestro país [inquietantes] y omitiendo la realidad mundial globalizada de la caída de todas las bolsas del capitalismo occidental… pero no queda ahí… dirá en subtítulos que la bolsa de Buenos Aires “se desplomó” (7,61) a diferencia de San Pablo que “cayó” (6,91) y aprovechará para atentar contra cualquier dato de estabilidad y fortaleza del gobierno en nuestro país anunciando que se “niegan renuncias” de funcionarios… [¡el deseo destituyente de La Nación es tan visible…!] y dirá en letras pequeñas, para no contradecir sus propios dichos, y en páginas más secundarias, que otras bolsas cayeron también, como la de Tokio (9,60!!), Madrid, Londres, NY… ¿pero cómo… los rumores en Argentina hacen caer todas las bolsas… somos tan importantes en el mundo…? Ejem.

Inversión causa-efecto

Veamos la inversión causa-efecto tan usada en los medios para interpretar hechos sociales y culturales [ejemplo en atribuir la inseguridad a los menores de las villas sin resaltar que son resultado de políticas económicas culturales neoliberales] cambiando las relaciones entre génesis y fines. En el caso citado de “los rumores…” lo que se señala como causa [los rumores] para La Nación en realidad se convierten y potencian como efecto. Como efecto buscado por La Nación.
Se habla de los rumores para producir más rumores… e inestabilidad, y se oculta el origen y causas determinantes de estas danzas del mercado, la bolsa y las finanzas hoy. Ya hemos hablado algo sobre el poco patriotismo de la derecha… con tal de destituir o debilitar a cualquier gobierno con voz popular está dispuesta a apostar al cuanto peor mejor. No nos extraña. Hemos visto cómo se convierten en sujetos de una suerte de virreinato a las órdenes de los grandes capitanes del capitalismo del norte.

Transferencia semántica y doble mensaje

Una interesante combinación de técnicas es utilizar la imagen, una gran foto, por ejemplo, con su lenguaje analógico pictórico de alta fuerza subconsciente, con textos que se puedan asociar y que no necesariamente están relacionados pero que sí quedan enlazados en capas profundas inconscientes de nuestra mente.
Es la transferencia semántica; trasladar el significado de una a otra representación.
El texto puede aportar un atributo negativo, inclusive impersonal, y la foto puede ser, por ejemplo, algún funcionario del gobierno o algún dirigente popular que se desea descalificar o destituir.
También lo hemos visto en nuestro diario de referencia, en otras épocas de los Mitre, cuando intentan enlazar el titular sobre las acechanzas a las AFJP desde el Estado, el 27/10/08, junto a una foto de la movilización contra la inseguridad y por mayor castigo y represión… aunque parece que este llamado a movilizar contra el derecho del Estado a repatriar las finanzas previsionales no ha tenido eco a pesar de estas invitaciones, hasta hoy.

Desjerarquización e imagen cero

Veamos otras curiosidades… sigamos en primera página del diario, tan cara para la sociedad de consumo, y La Nación nos sigue dando cátedra de cómo aplicar la imagen cero [otros le llaman negación u omisión] a la figura presidencial. Es hasta gracioso; los invitamos a observar la constancia de tal treta. No estamos enamorados de Cristina; no necesariamente, pero siendo una presidenta con el peso democrático del voto popular, y por su propio peso institucional, por su actividad de gobierno, algún lugar de importancia podría tener en las gráficas en las primeras páginas… pues no. ¿Es que no hay atributos de poder en la presidenta Cristina…? Pues La Nación ha decidido que no… y la lleva a la página 10, por ejemplo este último fin de semana. Curiosamente Cristina aparecerá en páginas menos importantes, y en las pares, y allí nos enteramos [si leemos con detenimiento] que participó en varios actos populares y que transmitió conceptos fuertes sobre la realidad política y económica. De acuerdo o no con ella ¿no serían noticias importantes para el lector…? ¿o quizás La Nación, la derecha, está indigestada por la estatización del sistema jubilatorio y sangra por la herida…? Ejem señores de los mutimedios… ya ganaron mucho dinero con las privatizaciones, es hora de fortalecer al Estado Nación… ¿o no?

Pero la imagen cero de la que habla Berdichevsky como técnica de negación de la realidad [de la realidad real] es un arma muy bien utilizada por nuestro diario La Nación. Llegamos al colmo de que Bolivia no existe.
Nada podremos saber de nuestros queridos vecinos… cosa que por otra parte deberíamos alegrarnos ya que nos está indicando que a Evo le está yendo muy bien, y por lo tanto a la causa popular boliviana y a la emancipación en
América del Sur.

Las fuentes anónimas y las entrevistas inexistentes

Pero sigamos… no tiene desperdicio lo que se puede aprender de estas empresas culturales de la derecha y sobre cómo trabajan luego desde el interior de nuestro cerebro… ¡y nos pensamos libres!
Veamos por ejemplo la técnica del anonimato de las fuentes citadas como serias y su uso para armar verdad de la mentira. Un artículo supuestamente serio de crónica política escrito por Mariana Verón de la Redacción de La Nación repetirá en tan solo unos párrafos: “…se sinceró un funcionario ante La Nación…”
“…en boca de un ministro…”
“…contó un ministro a La Nación…”
“…agregó un funcionario…” y para rematar dirá el gran diario en otro segmento:
“Un último sondeo de una encuestadora intachable despierta murmuraciones”… ¡bravo… esto sí que es periodismo serio! Y no les dá vergüenza.

El orden de los valores… altera el producto

Pero no sólo en el formato está la cosa… ni en su contenido… veamos lo que se puede desprender de su filosofía y valores que sustenta la ideología de La Nación. En una página secundaria, por allí abajo y en página par, en poco espacio, aparece una noticia que nos debe preocupar hace unos días. El empresario Vila de los multimedios [y otros meganegocios, recordar grupo Vila Manzano] invitado por De Narváez a una fiesta en la Rural, increpó y agredió ferozmente al periodista Llamas de Madariaga. Un acto que de haber ocurrido como el mismo periodista lo relata se constituye en una acción mafiosa, violenta, repudiable. Pero lo curioso es que justamente esta noticia que por su gravedad tendría que estar en primera página o en las dos siguientes, se la confinó a un lugar perdido; curioso, tratándose de una agresión a un periodista cuando en realidad este diario La Nación se dice defensor de los valores democráticos…¿y la solidaridad entre periodistas? en fin… no quisiera ser periodista de La Nación, ni en las buenas ni en las malas.

No; no les da vergüenza

En fin, cosas; pequeñas tareas para los que no olvidamos el financiamiento de la CIA para derrocar al gobierno democrático de Allende y el rol cumplido por el diario chileno El Mercurio. Lo sabemos; pero podemos emancipar nuestras mentes si transformamos lo consciente ineficaz en consciente transformador.

Gustavo González Ramella
Carta Abierta Necochea